(Hace 4 días)
Esta mañana, del 1 de febrero de 2017, han sido convocados por la CGT, uno de los sindicatos más fuertes quitando a las empresas-sindicatos CC. OO. y UGT, sin embargo, no ha aparecido nadie para cubrir la noticia del injusto despido a manos de la subcontrata de limpieza del trabajador Sergio. Han ninguneado nuestra llamada a una rueda de prensa que pretendía denunciar el estado lamentable de salubridad de los hospitales andaluces. No ha habido NINGUN tipo de respuesta por parte de la prensa, ni por mera cortesía. Todos los focos estaban puestos para la rueda de prensa convocada por los partidos políticos. La interpelación ha ocurrido al decidir varias personas acercarnos al acto partidista, como dicen: “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña ira a Mahoma”. Cuando hemos visto que ni por esas nos atendían, nuestras voces se han elevado. Varias periodistas han dicho: “Yo también soy un trabajador”. Cierto, tú también eres una trabajadora, pero ¿A quién estas sirviendo? ¿Por qué silencias nuestras voces? ¿Por qué eliges dar voz a Bendodo y no a Sergio y las compañeras del 061? ¿En qué te convierte esa forma de ser trabajadora?
Una periodista me recriminaba y medio me amenazaba: “Como nos has faltado al respeto, no os vamos a atender más” Pues así se la gastan los medios en Málaga. No he sentido miedo, me ha sido fácil contestarle: “Para lo que has venido en los últimos años, nada perdemos”. Nosotras creamos noticias, su trabajo es cubrirlas para informar de la mejor manera posible a las gentes de Málaga independientemente de que les caigamos mejor o peor como personas, movimientos sociales o sindicatos. Es triste tener esta relación tan pésima con los medios, pero no es nuevo, para ellos es como si no existiéramos desde hace años. Y tampoco es casual, viendo quienes son los dueños de los grandes medios locales o los estatales con conexiones aquí en Málaga. Diario Sur del grupo Vocento, la Ser del todopoderoso grupo Prisa, La opinión de Málaga pertenece al grupo Prensa Ibérica, Málaga Hoy parte del grupo Joly… todos grandes conglomerados empresariales financiados por bancos, por compañías energéticas, por grupos religiosos y grandes grupos de poder con intereses políticos-sociales muy muy claros y concretos. Ojalá, ser trabajadores fuera sinónimo de ser compañerxs, pero tristemente trabajadores aquí significa serviles con una ideología de masas promovida desde los grandes poderes económicos. Sirven al capital, tienen su bando. Pero mucha gente se ha cansado de que ellos muevan ficha, son parte del problema, y mientras deciden dar pasos hacia otra forma de entender el periodismo o la relación con los movimientos sociales, tenemos que bordearlos y apostar por crear y potenciar nuestros propios medios de comunicación.