El silencio de los culpables
Es una historia más, programada y consentida, de las que suceden en tantos barrios del estado español. Es la consecuencia de haber utilizado y de continuar utilizando, sin escrúpulo, un espacio físico y social de convivencia y relaciones urbano para un negocio asesino. Es una realidad evidente más de cómo se admite por consenso que un espacio físico sirva para conexionar un negocio programado.