EL pasado martes 21 de diciembre vecinos y vecinas de la barriada de Palma Palmilla, además de compis de colectivos como CGT, la Asociación por la integración de la Comunidad Gitana Palma Palmilla, Zambra o del Sindicato de Estudiantes de Málaga, nos concentramos delante del edificio de Servicios Sociales Comunitarios para denunciar la crónica indefensión e injusticia que llevan sufriendo desde hace años las personas que hacen su vida en este barrio, azotadas por situaciones graves de empobrecimiento y vulnerabilidad social y de derechos , ante las que se hace cada vez más palpable la violencia institucional ejercida por un sistema de servicios sociales que, lejos de servir para acompañar procesos colectivos de lucha en pos de una mayor consecución de derechos y justicia social, trata a las personas en situación de pobreza sin ningún tipo de respeto, haciéndolas totalmente culpables de las penurias que con las que tienen que lidiar cada día y haciéndolas víctimas del sistema burocrático más intencionado y perverso en el que las personas se convierten en negocio para los gestores de la pobreza como son, entre otras instituciones, Servicios Sociales Comunitarios, no solo de Palma Palmilla, sino de otros muchos barrios en el estado español.
La discriminación en la gestión de las ayudas ya de por sí precarias, (con el IMV o las ayudas de emergencia social), la negación a tramitar estas ayudas atendiendo a criterios que nada tienen que ver con los derechos humanos, la separación sistemática de hijos con respecto a sus padres sin ofrecer alguna otra opción o el trato vejatorio y amenazante de los “profesionales” de lo social antes estos vecinos y vecinas cuando van a solicitar algún tipo de trámite son el pan de cada día en estos lugares de marginación, pero también de solidaridad vecinal como quedó demostrado el pasado martes.
Y es que no fueron pocas las personas de diferentes edades que nos concentramos en las puertas de Servicios Sociales reclamando justicia y respeto a todo un barrio. Al grito de “Ser pobres no es delito” o “Nuestros derechos no os pertenecen”, entre otros cánticos, entonamos la melodía de la dignidad social que no dejaremos de repetir. Y que tengan por seguro que no nos vamos a ir con la música a otra parte. Seguiremos ahí porque lo tenemos claro:
EXIGIMOS DERECHOS PA TODAS!!!!
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