Los preparativos comenzaron a las 9 y media de la mañana de este lunes soleado de diciembre. Antes de las 12, ya estábamos en la plaza de la Constitución preparando la mesa, las pancartas, vasos y platos de plástico, panderetas y megáfono… Mientras la comida se iba haciendo en la cocina de un restaurante prestada para la ocasión.

Comenzamos cantando los villancicos antimilitaristas, (http://www.antimilitaristas.org/spip.php?article4389) cuyas letras cantaban con fuerza que no queremos tanques ni soldados, si no vivienda, maestros y médicos. Que estamos en la calle, que tenemos fuerza y que estamos hartas de “esta guerra”.

Al mismo tiempo, algunas repartíamos panfletos a las personas que pasaban por la plaza, explicando el motivo de estar allí y el sentido de la acción, mientras que en una mesa, repartíamos la comida como símbolo de que tenemos capacidad de producir comida y bienes para todas las personas, pero el sistema destina sus recursos a buscar cómo matar gente mejor y más rápido en lugar de cómo hacer que vivamos mejor. Nos fuimos de la plaza a las dos de la tarde, con la voz cansada pero el espíritu contento que se nos queda cuando luchamos y nos apoyamos, juntas.