Concertinas allí, refugiados aquí
“La solidaridad es la ternura de los pueblos” Pablo Neruda.
El capitalismo es salvaje, es puro gore, es sangriento y depredador. Y no son afirmaciones gratuitas, son realidades palpables en la cotidianidad. Esta forma de producir, de consumir, de vivir que ha secuestrado y colonizado nuestros cuerpos y nuestras relaciones, nos convierte a todas en mayor o menor nivel en verdaderxs lobxs para con nuestrxs congéneres. Justificándose y legitimándose la guerra, el odio, y el racismo, permitiendo el fascismo institucional y el de baja escala en nuestros barrios y pueblos. Una guerra en Egipto supone un incremento de novecientos turistas ingleses engullendo felices y sonrientes pescaitos fritos en los chiringos de la Costa del Sol. Un pepinaco de un Tomahawk de un avión estadounidense que salió de la base militar de Rota, que por error impactó en una escuela, son millones de euros para las constructoras europeas que contratarán los gestores, o si lo prefieren dictadores aparentemente democráticos puesto a golpe de euros y dolares en el trono del país de turno. Es la Globalización, baby, nos dicen. Con dos vasos de aguita, potae de arroz con habichuela para toas, les diría mi abuela. Si no hubierais “rescatado” los bancos... les diría yo.
European Security Fencing, es el nombre de la empresa de Cártama (Málaga), que provee de concertinas a Hungría para que monte a toda prisa su frontera a recién estrenar. El nombre de la empresa malagueña esconde 2 eufemismos en ingles, “European” que quiere decir imperialismo y colonización, y “Security” que suele querer decir dañar, vigilar, mutilar, perseguir, controlar...es decir en andaluz: inseguridá. Son buenas, son cortantes, mas no suficiente contra el horror y el hambre, las pudieron probar nuestrxs hermanxs subsaharianxs aquí cerca en Melilla. Griñan (expresidente de la Junta de Andalucía e imputado por el caso de los EREs), no tuvo el gusto de probarlas, pero dijo sobre esta entidad que era “la apuesta de Andalucía por la innovación, las nuevas tecnologías y el conocimiento para relanzar la economía”. Innovación en el dolor humano, de las concertinas malacitanas, que se exportan a 25 países. Y la importación de vuelta son la gente migrante huyendo de las atrocidades de una vida sin dignidad. Exportamos armas, importamos mano de obra barata o sin eufemismo “esclavos”, que construyan más armas, exportamos dolor, importamos más sufrimiento, es la respiración del Capitalismo inspira, espira, en un continuo machaque social hasta la expiración final. Puesto a exportar algo de Málaga preferiría exportar nuestra incondicional solidaridad andaluza. Los hermanos Mora Salazar han hecho el agosto y mientras tanto aquí en las colonias de la Europa de los mercados, la hipocresía continúa, los políticos se han puesto la chaqueta del “Je sui Refugiado Sirio”. Pero pocos contestan a las preguntas realmente importantes: ¿De dónde salen las armas que generan estas guerras atroces? ¿Quién financia la compra de este armamento? ¿Cuántos países se han saqueado y expoliado para obtener recursos naturales? ¿y cuáles son las consecuencias humanitarias y medio ambientales? Y por ultimo ¿qué beneficios en forma de materias primas o de lucro se va a sacar de esta guerra? Para entenderlo, imprescindible leer el articulo de Olga Rodriguez Los Refugiados vienen, las armas de la UE.y de EE. UU. Se van. 1 . Ya lo cantaba La Polla en “Hombres de Respeto: “Los muertos no interesan y ni si quiera son humanos si sube la bolsa nos da igual”. Y aunque Merkel haciéndose selfies con los refugiados y siendo abucheada por sus ex-camaradas neonazis tenga su puntito, faltan los lacitos de colores y el que rajoy mismo “apadrine” un Sirio. Hasta la izquierda de salón y plató de televisión más “responsable” advierte por lo bajini (Ejemplo Westringe): ¿Cuánto nos va a costar esto? Traer más pobres degradará aun más el paisaje... Todo es pura careta, y teatro, nadie profundiza, nadie explica lo que todo sabemos pero que no queremos oir, no son refugiados, son la consecuencia más directa y cruel del sistema terrorista en que estamos instalados y tiene nombres: Capitalismo, Colonialismo, Imperialismo, Patriarcado...
Lxs Andaluces/as somos refugiados/as de otras guerras y otros horrores, de los del olvido del exterminio de parte de nuestra gente en carreteras, el de batalla económica y ser rehén de las circunstancias para más tarde ser un esclavo que cobra 3 euros la hora en contratos de practicas de 2 años sirviéndole el pescaito frito a los turistas, el de que tuvo la “fortuna” de exiliarse a Inglaterra, Alemania o Francia o la que no encuentra refugio del machismo galopante... Y siempre el mismo puñetero y vil argumento: no digáis eso, porque aquí por lo menos cobras o por lo menos si te pones malo tienes sanidad publica. El que hayan fabricado otros infiernos siempre alimenta que la llama del tuyo podría ser mucho más ardiente. Pero precisamente por todo el dolor, que hemos sufrido y que venimos sufriendo lxs Málagueñxs no podemos volver la cara a los rostros del dolor de otras que en realidad al ser tan próximas en su dolor son nosotras, en Málaga sabemos perfectamente que hay riqueza de sobra, vivimos en una tierra que podría ser un verdadero paraíso, sino fuera porque hay unos poquitos que han cercado el paraíso a costa de la explotación de la tierra y de su gente.
Por supuesto primero los de aquí, los de aquí ¿Quienes son? Pues los de aquí, son como todo andaluz sabe, los que vienen a ser, estar y compartir a esta tierra de puertas abiertas y soles generosos. Los de aquí ¿Quienes son? Pues lxs marroquis, lxs ingleses/as, suecxs o alemanes/as (los “guiris” de toda la vida), lxs rumanxs, lxs colombianxs, bolivianxs, argentinxs y ahora los de aquí son lxs Sirixs, Libixs, Iraquis, Andaluces por los cuatro costaos, porque “Tú sueñas, tú flipas, tú mueres con to lo que hay aquí” que cantaban Los Reincidentes. Y ese es el mensaje de lucha que la abundante riqueza de nuestra tierra se reparta para todas los que por azares más afortunados o menos afortunados hemos venido a Andalucía a vivir y compartir, que todas podamos vivir dignamente y no tener que estar peleándonos por las migajas como si fuéramos bestias. Los de allí, los capitalistas voraces, los que se enriquecen a costa del infortunio de otras, los que hacen negocio con el dolor y el hambre, los que de nuestras necesidades sacan lucro, esos más bien estarían lejos de nuestra tierra, no más allá pero si más allí... porque tales comportamientos no tienen lugar.
Consciente que Coco en Barrio Sésamo no me dejo muy claras las cosas, y que no entiendo mucho de aquí y de allís, ni de primeros y segundos, ni de otras, y si más de nosotras, solo me queda recordar las palabras de alguien de nuestra tierra escribió hace unos 100 años: “en Andalucía no hay extranjeros”.2
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