NO AL DECRETO-LEY DE INCLUSIÓN 2014

Desde los diferentes colectivos que venimos trabajando por la Renta Básica en Andalucía queremos hacer llegar nuestra valoración negativa al nuevo Decreto Ley de Inclusión del año 2014, aprobado por la Junta de Andalucía el pasado martes 10 de Junio.

Nuestro rechazo a este decreto se basa en:

--Se insiste en considerar el empleo como la única vía para la inserción social. La mayor parte de las medidas del decreto van dirigidas a fomentar el sacrosanto “empleo” y la “empleabilidad” del desempleado/a: miniempleos en los ayuntamientos, ayudas a la contratación de perceptores/as del salario Social, etc.  Según la Consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. “La gente no quiere ayudas, quiere un trabajo”.  Evidentemente, nadie en su sano juicio quiere cobrar las ayudas de miseria que concede tanto la Junta de Andalucía como los Servicios Sociales municipales, más que nada porque es imposible vivir dignamente con dichas ayudas. Otra cosa sería si esas ayudas tuvieran una cuantía digna, toda la población pudiera percibirla y fueran de carácter permanente (Renta Básica). Si a la población en general se le preguntara si prefiere trabajar 40 horas semanales por 650 euros, o cobrarlos sin tener que emplearse, evidentemente mucha gente preferiría cobrar esa ayuda. Le pedimos a la consejera que se deje de hacer populismo y hable con propiedad.

--Su presupuesto total es ridículo: 64 millones de euros, teniendo en cuenta que el presupuesto total de la Junta para el 2014 es de 29.619 millones de euros. En ningún momento se habla de ampliar el presupuesto destinado a la prestación del Salario Social, ni de agilizar su cobro, pues pasan varios meses desde que se concede la ayuda hasta que se cobra, unos meses sin determinar y que dependen de no se sabe qué factores (gracia divina).

- Los ayuntamientos que más recibirán según consta en el decreto, optarán a cantidades anuales de poco más de 50.000 euros a repartir entre todas las personas desempleadas de ese ayuntamiento, para que podamos ver de qué hablamos, sólo en la provincia de Cádiz hablamos de un desempleo de 17.500 personas. Lo cual es fácil de entender que es claramente insuficiente, cuanto más si esas mismas cantidades son las destinadas para ciudades con más habitantes. 

--La población total destinataria del decreto es también ridícula: 160.000 personas, teniendo en cuenta que en Andalucía hay 3,5 millones de personas en el umbral de la miseria, y 600.000 personas sin ninguna cobertura social.

--Para el acceso a estas ayudas/prestaciones, habrá que pasar por los Servicios Sociales Comunitarios y demostrar que se es suficientemente pobre tanto la persona perceptora con su familia. Nada de derechos, sólo prestaciones graciables hasta agotar el presupuesto ridículo del decreto.

- Mientras se rescata a empresas privadas con dinero público, con miles de millones de dinero público, a las personas se les da una miseria a modo de limosna y con el objetivo de comprar votos. Esta forma de hacer política mediante el engaño no es digna, y más valdría que en vez de tratar de taparnos los ojos a la ciudadanía con un parchecito, se dediquen de una vez a asumir todo el daño que han hecho con los robos cometidos en las arcas públicas. Para sirva de referencia, indicar que solo a Bankia se le han regalado más de 36.000 millones de nuestro dinero, de los cuales casi ninguno ha sido devuelto. En Andalucía, las previsiones más austeras, las de la propia Junta de Andalucía, habla de 153 millones defraudados en el caso de los ERE, las autopistas nos costarán 2.400 millones. Lo que está presupuestado para rescatar a los cientos de miles de personas, a 3,5 millones de personas es de 64 millones de euros. 

Queremos afirmar que este decreto es asistencialista, electoralista y claramente insuficiente. 

Es por ello que planteamos como alternativa la aplicación de una Renta Básica Incondicional, como DERECHO con una cuantía suficiente (645 euros), dirigida a toda la población (universal) e incondicional (sin ningún tipo de condiciones para su cobro), y exigimos que de forma clara, desde los mismos estamentos que se congratulan de esta limosna, se dediquen a promocionar una Renta Básica suficiente para que no tengamos que estar los ciudadanos y ciudadanas pendientes de las buenas voluntades del empresario de turno que nos ofrece salarios de miseria, y de un estado que se dedica a jugar con el dinero de todos para privatizar ganancias y rescatar deudas.